Personalidad querulante. El terror de los abogados.

Personalidad querulante

El término personalidad querulante se utiliza cuando estamos ante una persona que se querella compulsivamente por diferentes motivos y contra diferentes personas. Suelen ser conocidos en estamentos judiciales, en comisarías y por abogados, resultando muy difícil, por no decir imposible hacerles cambiar de opinión en sus conjeturas.

El término querulante proviene del latín, como persona que se queja, aunque en nuestro idioma lo solemos relacionar con querella, que no tiene nada que ver con el origen de la palabra, pero que tiene un cierto parecido.

Este tipo de personalidad, que se relaciona con la paranoia tiene unos costes enormes, principalmente, para la persona que la sufre a nivel personal, familiar y siempre a nivel económico. Aunque también hay costes importantes para el entorno que la sufre, digamos que serán personas que no pasarán desapercibidas por su modo de actuar y de pensar.

En el artículo vamos a ver como es la personalidad querulante, el delirio y su pronóstico y tratamiento:

Características de la personalidad paranoide

Como en cualquier tipo de personalidad podemos estar ante características propias, aunque enmarcadas dentro de la normalidad o características que se salen de la normalidad y que generan inconvenientes. En función de esa diferenciación enmarcaremos el problema dentro del cluster A como trastorno paranoide de la personalidad, con tendencia querulante u otro tipo de delirio:

  • Desconfianza hacia los demás y sus motivos, con actitud de sospecha, recelo y desconfianza. Por ello suelen ser personas muy inaccesibles a nivel social, bien sea en entornos más personales/ familiares o laborales.
  • Vigilancia activa del entorno, ya que sospechan que el entorno va a intentar dañarlos, causándoles molestias, o intentando dañar algo que les pertenece.
  • Actitud hostil o agresiva. Como creen que el entorno está intentando dañarlos, tienden a mostrar una actitud sumamente hostil con el entorno.
  • Sentimiento constante de injusticia, porque se sienten en general maltratados, calumniados y vilipendiados.
  • Son personas resentidas, sin capacidad de perdón y sin capacidad de relativización ante la cotidianeidad.
  • Caracterizadas por la negatividad y el desafío constante. Son personas negativistas-desafiantes, caracterizado por la ira constante y la negación constante de argumentos contrarios.
  • Se consideran con la razón absoluta, sin atender a argumentos opuestos a ellos.
  • Deseos fuertes de vengarse de los demás por las afrentas, y envidia hacia su entorno.
  • Y la característica principal, que acceden con frecuencia a juzgados, comisarías, visitan y queman a abogados con sus consultas, y tienen problemas con cualquier gremio con el que se relacionen.

Pronóstico y tratamiento de la personalidad querulante

La personalidad querulante en su extremo patológico, más paranoide, como hemos dicho, se encuadra dentro del cluster A como trastorno paranoide de la personalidad. Y uno de los síntomas más significativos de esta, es que no existe consciencia de enfermedad.

“Resulta difícil tratar a alguien que no se quiere tratar”. Para los profesionales de la salud mental será díficil acceder a ellos, ya que se opondrán enérgicamente a cualquier tipo de tratamiento, debido precisamente a los síntomas de la problemática.

La falta de consciencia de enfermedad da un pronóstico complejo. Son personas que van acumulando problemas y pueden llegar a la consulta por problemas de ansiedad, por haber sufrido una separación, en el marco de una mediación con hijos o por otras causas, pero nunca está en el punto central el verdadero problema como es la personalidad paranoide, y en el caso que hablamos la personalidad querulante.

Además, diferenciando este subtipo, resulta más complejo todavía. Será obviamente más fácil distinguir a un paranoide que piensa que existe una conspiración del gobierno contra él, que un querulante que interpone demandas (ante el administrador de fincas, los tribunales…) porque hay una vecina adolescente que toca la flauta “únicamente para fastidiarla”. En el segundo caso, puede haber argumentos más «normalizados».

Existen los fármacos antipsicóticos que pueden ayudar en algunos casos a reducir el delirio y a aumentar la conciencia de enfermedad para poder ser tratados y minimizar los problemas asociados, pero tendría que estar acompañado de psicoterapia en cualquier caso.

No se puede olvidar que este tipo de trastorno de la personalidad puede generar graves perjuicios a nivel económico, ya que el gasto en abogados, costas judiciales u otros mecanismos tiene un coste importante.

A nivel laboral también puede causar problemás, aunque hay que decir que en muchos casos, este ámbito queda salvaguardado, puesto que las relaciones laborales no tienen por qué ser estrechas. En algunos ámbitos está bien visto laboralmente una relación distante o con una cierta carga de agresividad, y en ese caso, puede no verse afectado este ámbito.

También puede provocar graves perjuicios en el ámbito social/familiar. En este ámbito suele haber siempre problemas debido a que el tipo de relación es más cercana. No es extraño que estas personas no tengan comunicación con familiares, hayan perdido amigos o tengan en contra a toda la comunidad de vecinos.

Ni que decir tiene que son personas que resultarán una verdadera pesadilla para profesionales del ámbito legal, ya que aunque serán clientes asiduos, no pararán de molestar haciendo consultas, quejándose o poniendo en tela de juicio criterios legales o actuaciones profesionales. Al final, los abogados acaban cortando la relación con estos clientes porque no les compensa el trabajo. Del mismo modo, también pueden tener problemas con mecánicos, fontaneros, u otros profesionales que topen con ellos.

Jordi Martínez psicólogo
Jordi Martínez, psicólogo

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