En muchos casos podemos estar mal con nuestra pareja, un día te levantas y decides terminar con tu pareja, aunque más tarde dudas, y ese mismo día tienes claro que no era una buena decisión y vas a seguir adelante. Pero, cómo saber entonces cuando terminar con tu pareja. Cómo gestionar estas situaciones en que no estamos bien con nuestra pareja, pero tampoco no tenemos claro si dejarlo o no. Desde luego algo claro es que no se puede vivir de esa forma, la indecisión en muchos casos genera ansiedad y ello todavía hace que sea más difícil tomar cualquier decisión
Es imposible vivir con esta incertidumbre, que hace que se nos haga cuesta arriba vivir el día a día. Incluso, en muchas ocasiones podemos ver aparejados síntomas de ansiedad o depresión, que nos hacen dudar todavía más. Por eso, vamos a intentar en el siguiente artículo dar pautas que nos permitan tomar una decisión. Vamos a describir 5 puntos en los que se podría romper la relación y un sexto que puede evitarlos o puede hacer que tomemos la decisión definitiva. Quizás el último punto sea el más importante.
Tabla de contenidos
1. El aburrimiento puede ser motivo para terminar con tu pareja (diferencia con la rutina).
En toda pareja es totalmente normal que se instaure cierta rutina. De hecho, la rutina no tiene por qué ser negativa. Se trata de una parte de nuestra vida que se «automatiza» para hacernos las cosas más fáciles. Pero no hay que confundir la rutina con el aburrimiento, con la falta de vitalidad, con la desidia o con el hartazgo de todo. La rutina en su más sentido negativo. Ahí es donde radicará el problema.
Todo y que la rutina nos ayuda a sobrellevar de mejor manera el día a día, puesto que no nos tenemos que parar a pensar en qué tenemos o qué no tenemos que hacer, también sirve para saltarla con nuestra pareja, para hacer pequeñas demostraciones de amor, que no hemos de olvidar.
«Una relación de cualquier tipo, pareja, amistad o familiar, es como una planta, si no la riegas, se va marchitando y consumiendo poco a poco»
Por tanto, no hay que confundir la rutina con la inacción en la pareja. Si tu pareja o tú mismo sois capaces de romper la rutina con amigos o familiares, pero no con la propia pareja, en ninguna ocasión, es sinónimo de problema y podría convertirse en un motivo de ruptura, ya que igual enmascara una pérdida de sentimientos.
El mito de las relaciones para siempre, con cuentos infantiles de amor para toda la vida, hacen mucho daño a este punto. Una buena filosofía para la pareja es creer que una relación se puede terminar en cualquier momento. Ello hace que nos esforcemos, que la fomentemos, que redescubramos la relación cada día y que sea todo más dinámico. Eso si, con una buena rutina que nos lo facilite.
2. Fallos en la comunicación pueden terminar con tu pareja.
De la comunicación no es la primera vez que hablamos, en el artículo «Cuándo acudir a terapia de pareja» ya tratábamos este punto. Pero a qué me refiero cuando hablo de falta de comunicación o fallos de comunicación en la pareja?.
Viene a ser esa sensación de que hay cosas que no se dicen, por qué se anticipa que tu pareja no lo va a entender. Por ejemplo, tienes un problema laboral que te está afectando y se lo cuentas a otra persona antes que tu pareja, o estás teniendo ansiedad y lo hablas con un familiar antes que con tu pareja. Cuando parece que estás más cómodo hablando con cualquier persona antes que con tu pareja.
También se puede dar en esas situaciones que quieres comunicar algo, pero siempre es malinterpretado, e incluso en muchas ocasiones puede acabar en bronca, por qué se ha interpretado erróneamente. Sin duda, fallos en la comunicación pueden terminar con tu pareja.
Frank Dattilio en su libro «terapia cognitiva con parejas y familias» sostiene que los fallos en la comunicación de la pareja están producidos por creencias irracionales que se instauran a lo largo del tiempo, y se hace necesario resolverlas (las creencias irracionales) para mejorar la comunicación.
3. Sexualidad inexistente como motivo para terminar con tu pareja
Un síntoma claro y evidente de disfuncionalidad en la pareja es la carencia o gran insatisfacción en las relaciones sexuales, una vez, por supuesto, descartada toda deficiencia biológica, que se entiende que tendrá una solución médica y no ha de ser motivo como poara terminar con tu pareja.
Hay que pensar que si bien la sexualidad es una de las funciones más importantes del ser humano, cuando hay algún hecho que provoca estrés o ansiedad en nuestra vida, es de las primeras funciones que se va a ver afectada. La sexualidad está sumamente relacionada con nuestra parte emocional y, sin duda, si tenemos conflictos sin resolver con la pareja va a provocar deficiencias en alguno de los miembros que realimentarán el sistema disfuncional.
Evidentemente, hay situaciones biológicas que pueden afectar a la sexualidad. La propia edad, problemas hormonales (embarazos, lactancias, tratamientos de fertilidad etc) o enfermedades. Pero si se ha descartado cualquier problema biológico y no hay relaciones sexuales, puede ser un síntoma de terminar con tu pareja.
4. La indiferencia con la otra persona.
En una relación se pasa por diferentes fases, que vamos a describir:
La primera fase suele ser la del enamoramiento, que se caracteriza por decirlo de algún modo, «ceguera temporal» en que todo lo que tiene la otra persona te parece fascinante, no puedes dejar de pensar en la otra persona ni un momento y lo único que quieres es estar con ella. Suele ser una fase de disfrute tremendo, a mi entender, una de las cosas más fascinantes que te puedan pasar en la vida. Pero cuidado, mucha gente se queda enganchada a nivel dopaminérgico a esta fase y la busca compulsivamente durante toda la vida.
Fase del amor. La fase de enamoramiento no hay que confundirla con la fase del amor, mucho más sobria y racional, donde empezamos a ver cosas que no nos gustan y lo que nos gusta lo valoramos en su justa medida, de manera mucho más objetiva que en la fase del enamoramiento. Digamos que dejamos de estar secuestrados y comenzamos a ver la realidad. No obstante, queremos a la otra persona y estamos convencidos de que estamos mucho mejor en su compañía. Sin duda, todo lo que haga nuestra pareja nos importa mucho, tanto lo que nos hace felices como lo que nos enoja, será normal, en algunas ocasiones sentir odio hacia nuestra pareja.
Lo que no se puede considerar nunca como una fase en la relación es la indiferencia hacia la otra persona. Comúnmente he oído en muchas ocasiones que tu pareja es como si fuera una compañera/o de piso, que le da completamente igual lo que hace o lo que piensa mientras respete unas mínimas normas de convivencia. Si estáis en ese caso, sería sin duda un motivo para terminar con tu pareja.
«Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Podemos pasar de amar a odiar en medio minuto, pero no podemos pasar en ese tiempo del amor a la indiferencia, necesitaremos mucho más.»
5. Evitar compartir tiempo
Esta situación que intento describir puede ser muy subjetiva y se hace necesario valorarla muy bien. Me estoy refiriendo a esas situaciones en que intentamos estar con nuestra pareja, pasar tiempo, hacer cosas, pero siempre recibimos una negativa o una escusa. Me refiero a escusas que no tienen sentido. Está claro que si la negativa es por tener que trabajar o un deber inexcusable, no podemos decir que esté evitando compartir tiempo con nosotros, pero si son excusas tontas e inventadas en el momento, puede ser motivo para terminar con tu pareja.
También se puede dar el caso que nuestra pareja se inmiscuya en mil actividades (extralaborales, deportivas, círculo de amigos, familiares o asociaciones). Van pasando los días y nunca hay tiempo para estar a solas y pasar un rato juntos, tener una conversación o hacer actividades que en otras épocas acostumbrabais a hacer. Incluso habiéndolo reclamado Me refiero a cuando ni siquiera hay tiempo para conversar sobre lo que está ocurriendo. Sin duda, este punto puede ser un motivo para terminar con tu pareja.
6. El motivo más importante, negarse a encontrar soluciones.
Sin duda, si estás leyendo este artículo es por qué te encuentras preocupada/o por alguna situación que está afectando a tu relación y quieres resolverla. Puede que incluso hayas intentado solventarla de muchas maneras. Por ejemplo, hablando, escribiendo mensajes, discutiendo, dando cariño y nada de ello haya servido. Aunque queda la duda de si realmente estás siendo objetivo/a en tu valoración o realmente estás siendo un poco «tremendista_» como suele describir el psicólogo Rafael Santandreu.
En ese caso, y antes de no volvernos locos por saber si estamos siendo objetivos, si vemos las cosas con objetividad o si estamos en lo cierto, es cuando se hace necesario acudir a un profesional para que nos ayude. Esta es una petición lícita que nos puede ayudar sobremanera con nosotros mismos o con nuestra pareja.
En caso de plantear esta opción y recibir una negativa o escusas, después de creer haberlo intentado todo, solo quedará terminar con tu pareja, ya que no quedará ningún camino por recorrer. Pero si nos hemos encontrado con cualquiera de los supuestos expuestos anteriormente y nuestra pareja acepta acudir a consulta, puede que no sea necesario terminar con tu pareja y podremos trabajar cualquiera de los puntos descritos para volver a sentirnos bien en nuestra relación.
Muy buen artículo. Gracias por compartir. Lo voy a tener en cuenta. Saludos
Me alegro que te haya gustado Gabriel. Un saludo