Muchas veces utilizamos la palabra depresión para describir un estado de ánimo, o para describir una característica de la personalidad de alguien. Es una persona depresiva. Se trata de un término que se ha incorporado a nuestro vocabulario, muchas veces sustituyendo a la palabra tristeza.
Pero, en ocasiones, o bien nos vemos afectados o bien alguien cercano se ve afectado por una depresión, en la que ese estado origina graves problemas que afectan a la cotidianidad. En ese momento nos ponemos a buscar información, muchas veces de manera confusa y no sabemos qué hacer o cómo ayudar.
Este vídeo pretende orientar en este proceso, describiendo qué es una depresión a través de los diferentes sub-tipos que se pueden cursar, sus síntomas, tratamiento y pronóstico.
Tabla de contenidos
Depresión mayor, o episodio depresivo o simplemente depresión.
De manera progresiva, pero bastante rápida, quizás en semanas, se van notando los siguientes síntomas:
– No se caracteriza por un estado de tristeza, su principal característica es que hay una incapacidad de emocionarse. La persona que lo sufre entiende racionalmente las situaciones que está viviendo, pero es incapaz de reaccionar. Es lo que muchas veces los pacientes llaman sensación de vacío. Obviamente, el ser consciente que no reaccionamos ante situaciones, que deberíamos reaccionar, lleva aparejado muchas veces sufrir ansiedad, o problemas de sueño o de apetito (con pérdida de peso), pero no son las características principales.
– No existe motivación para realizar las actividades, que antes se realizaban de manera normalizada. Es la sensación de no apetecerle nada. Por ejemplo, una persona a quien le gusta ver partidos de futbol, ve que su equipo favorito juega y no le apetece verlo
– Disminuye la capacidad de atención, por ejemplo en tareas aparentemente sencillas, como leer una revista, ver una película, prestar atención a una conversación.
Distimia o depresión distímica.
De este trastorno hablamos en otra ocasión, Distimia, aunque vamos a repasar las principales características.
-Tristeza cronificada. Es un estado de tristeza que perdura en el tiempo, y que va acompañado de una labilidad emocional importante, con expresiones emocionales frecuentes de llanto, agobio, etc. Suele ir acompañada en muchas ocasiones de ansiedad o irritación
– No suele ir acompañada de hechos que la justifiquen. Es común que te comenten en terapia, «si lo tengo todo, no se porqué estoy así». Este es un factor que además suele también generar ansiedad e irritación, ya que la persona se siente culpable por padecer distimia, sin un motivo aparente.
– Pero, y esto es muy importante, la persona es capaz de emocionarse, en comparación con la depresión mayor. Es cierto que la emoción bascula hacia el lado negativo, en forma de tristeza, pero se emociona.
– Normalmente va acompañada de un rasgo de personalidad característico y disfuncional, como puede ser el perfeccionismo, la inseguridad, la baja auto-estima o la ansiedad. Esta será una característica muy importante para el tratamiento.
Trastorno adaptativo.
– La característica básica es que se trata de una mala adaptación a un factor estresante externo. Por tanto, tiene que existir un factor externo que está afectando a la persona. Puede ser económico, familiar, de ruptura de pareja, de problemas con amigos o una enfermedad. Algo, que para la persona es muy importante y que se ha visto alterado.
– Ante este factor estresor la persona desarrolla un sentimiento de preocupación importante, acompañado de tristeza. Una tristeza que es muy complicado dejarla de lado. Por otro lado es muy normal que vaya acompañado de ansiedad, de dificultades para dormir o de un estado irritable. Pero está muy claro que si desaparece el factor estresor, desaparecería la depresión.
– En muchas ocasiones, el problema se generaliza a otros aspectos de nuestra vida, que en principio no tendrían que verse afectados. Por lo tanto esta generalización hace que se puede llegar a desarrollar, lo que se conoce como una indefensión aprendida.
– Pero existe una respuesta emocional. La persona se emocionará, generalmente predominarán las emociones negativas de tristeza, que es muy difícil dejar de lado.
¿Pero qué hacer? ¿dónde acudir? Tratamiento
Para el episodio depresivo mayor o depresión mayor será imprescindible el tratamiento farmacológico, por lo tanto en primer lugar hay que recomendar la visita a un psiquiatra. La evolución suele ser rápida, pero es cierto que suelen existir recaídas. Será importante el acompañamiento psicológico en este proceso, sobre todo a nivel psicoeducativo.
Por tanto, en este caso recomendamos la visita al psiquiatra en primer lugar, y valorar la necesidad del acompañamiento psicológico.
Para el trastorno distímico, el tratamiento principal será psicológico, ya que en el trastorno influye mucho las características de la personalidad de la persona. Por tanto se hace imprescindible el enfoque psicológico de restructuración, el enfoque con más evidencia científica en el tratamiento cognitivo conductual. En ocasiones puede estar acompañada por medicación, que puede paliar los síntomas de labilidad emocional y ansiedad, aunque no será imprescindible.
Por tanto, en este caso recomendamos la visita al psicólogo en primer lugar y valorar la necesidad de acompañarlo con la medicación, y en ese caso acudir al psiquiatra.
Para el trastorno adaptativo, habrá que valorar en primer lugar el estresor que está afectando a la persona, ya que si conseguimos suprimirlo, desaparecerá la afectación. Si no fuese posible será importante enfocar la problemática desde la aceptación o el enfoque que se le está dando y las posibilidades que existen. Así será recomendable, el tratamiento psicológico. En ocasiones también será recomendable el acompañamiento con tratamiento farmacológico, pero no será lo principal.
Por tanto, en este caso, sugerimos en primer lugar en enfoque social, para intentar paliar el estresor. Si no fuera posible paliarlo o hubiese factores de personalidad que lo impidieran, recomendamos el tratamiento psicológico. Y en ocasiones se podrá valorar el tratamiento farmacológico como complementario.
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