Vamos para un año de esta pandemia que nos ha trastocado todos los planes, y está claro que no está siendo fácil para nadie. Aunque hay colectivos que lo están teniendo más complicado que otros. La gente mayor (65 para arriba) sin duda es el colectivo, en mi opinión, que peor lo está pasando, por el mayor riesgo al COVID-19. Y si además son abuelos y no están pudiendo ver a los nietos, se duplica el sufrimiento.
Los abuelos y abuelas, sin duda, ayudan a sostener el país. Ellos hacen posible una conciliación, en que los padres no llegarían de ningún modo. Por mucho que se hable de conciliación familiar, yo creo que no sería posible sin su inestimable ayuda, que no nos cansaremos de agradecer.
En tiempos de crisis económica o recesión, los abuelos han contribuido a que el país se sostenga, ya que con sus pensiones han permitido que sus hijos, en muchos casos, pudieran seguir pagando sus hipotecas mientras no encontraban un trabajo. En otros muchos casos, han ayudado, gracias al trasvase de «Tuppers» a que sus hijos tuvieran una correcta alimentación, y así, podríamos seguir con esta interminable enumeración de ayuda.
Por eso, duele más ver, que muchos de ellos, que vivieron tiempos duros. Una postguerra, una dictadura y en general tiempos difíciles, tengan que morir solos en una UCI, o estar solos en casa, cuando deberían estar disfrutando de sus nietos.
Es por todo ello, por lo que quiero contribuir a su bienestar de los abuelos y abuelas con este agradecimiento y darles unos consejos para llevar mejor la situación:
Tabla de contenidos
1. Vive en el día presente. (Abuelos)
Crearse expectativas, en este momento, sobre el final de la pandemia puede ser peligroso. De momento nos puede aliviar. Por ejemplo, pensar que la vacuna puede poner fin a todo, o que los contagios van a bajar mucho el mes que viene con las nuevas medidas y vamos a poder ver a nuestros nietos puede aliviarnos en un inicio, pero tiene un riesgo. En caso de que no se cumplan las expectativas, podría hacernos derivar en un estado depresivo nada aconsejable.
Por tanto, lo más aconsejable es aprender a convivir con la situación actual, e ir viendo como evoluciona en el día a día. Será importante comprender que aún en esta situación incierta, nuestro bienestar emocional va únicamente a depender de nosotros mismos. Saber aprovechar el día con lo que tenemos nos va a dotar de autonomía del exterior y pase lo que pase nos vamos a encontrar bien.
2. No crearse enfados por personas que incumplen las normas.
Todos hemos visto a gente paseando a sus perros durante horas, gente saliendo a la calle durante el confinamiento sin motivo, directores de hospital y políticos inoculándose las vacunas cuando no les pertocaba. Está claro que ahí está la noticia y es eso precisamente lo que destacan los medios de comunicación, porque para esos medios la noticia no está en todas las personas que están cumpliendo con las normas, sino en aquellos casos que despiertan la atención. Ello nos hace, quizás, tener una visión distorsionada de lo que en realidad es la gran mayoría, de lo que en realidad es nuestra sociedad, y no nos deja ver a:
- Esos directores de hospital y sanitarios que están cumpliendo con su cometido, que son la mayoría.
- Esos políticos que están trabajando incansablemente por el bien común.
- Esos adolescentes y jóvenes que están sacrificando un año de su vida sin socializar y quedándose en casa. Para mí, a los 20 años era un pequeño trauma quedarme un sábado noche en casa, no quiero pensar en los esfuerzos que está haciendo este colectivo.
- Y tantos otros profesionales, como educadores, comerciantes, camioneros, limpiadores, u otros, que seguro me olvido, que trabajan por el bien común.
Yo, en general, y es una opinión, valoro altamente el comportamiento social durante este ya casi año que dura la pandemia. Los 4 casos de negligencia o aprovechamiento de posición, no quitan que tenga una concepción muy buena de la sociedad en la que vivo. Y este es un pensamiento que me ayuda y creo que puede ayudar al colectivo de gente mayor. Dejáis una sociedad muy buena en todos los sentidos.
3. Cuida tu cuerpo y mente. Haz deporte.
Los nietos son un motor para los abuelos y abuelas. Esos «pequeños bajitos» hacen que te levantes a llevarles o a recogerles de la escuela, que prepares una comida especial, que estés contento esperando verles. Todo ello hace que físicamente estés muy activo, y claro está, como todo esto se ha cortado, cabe la posibilidad que te cueste más levantarte o hacer ejercicio en general. Un ejercicio que antes hacía de una manera natural.
Pero todo esto no va a durar para siempre. Y dentro de un tiempor, tus nietos te van a necesitar. Seguro que van a estar deseando ver a esos abuelos activos con los que juegan, que les lee cuentos y que tienen la paciencia que no tienen sus padres. Por eso, creo que merece la pena que te cuides y hagas deporte. Opino que merece la pena que cuides tu cuerpo. Sal a pasear por un sitio seguro, haz deporte en casa, bájate una aplicación y haz ejercicios todos los días, pero haz de alguna manera para que tu físico esté bien. Del mismo modo, cuida tu alimentación, hazte comidas especiales, porque eso hace que tu mente esté también activa.
Si consigues cuidar tu físico, tu mente se va a ver beneficiada indudablemente. Los romanos ya lo tenían claro «Mens sana in corpore sano»–
4. Rutina del sueño.
El sueño es el motor de nuestro cuerpo. Un sueño reparador nos va dotar de fuerza para llevar la situación, y nos va a dotar de capacidad cognitiva para afrontarla. Es decir, con un buen sueño, los abuelos, vais a tener más capacidad para pensar. Solo os doy 4 consejos básicos, que si los seguís os va a beneficiar enormemente:
- Mantener una misma rutina de horas (mantener la misma hora de ir a dormir y de acostaros)
- Alejaos de las pantallas un rato antes de iros a dormir
- Generad melatonina de manera natural, no hace falta que toméis comprimidos. ¿Cómo lo hacéis? Podéis generarla vosotros mismos, simplemente estando a oscuras 10 o 15 minutos antes de dormir.
- Haced algún ejercicio de relajación antes de dormir. Una simple técnica de respiración será suficiente. Os dejo este interesante técnica, que incluye un vídeo explicativo.
- Intentad pensad en positivo, un poco de optimismo os hará bien.
5. Noticias. Una vez al día.
Estar informado de la situación es necesario y está bien, pero nuestra cabeza no tiene que estar todo el día pensando en la última hora de lo que pasa, y este último año estamos sufriendo un bombardeo informativo. Yo creo que con una vez que nos informemos durante el día, puede ser más que suficiente. El resto del día nuestra cabeza debe estar ocupada en otras cosas: cuidar de nuestro cuerpo, hablar con alguien, ver una buena película, leer un buen libro que nos interese o dar rienda suelta a nuestra afición favorita (puzzles, pintura, maquetería….), lo que más os guste hacer. Los abuelos habéis tenido una larga vida con múltiples aficiones, dadles rienda suelta.
Para ello, escoge como y cuando te vas a informar y tenlo a raya. Únicamente cuando tú lo hayas decidido. Con ello, también, recuperas el control de tu vida. Tienes tiempo de meditar la actualidad y sacar tus propias conclusiones y no estás a merced de los cambios que pueda haber durante el día.
6. Cuidado con las personas pesimistas.
Todos tenemos cerca a alguien que es sumamente pesimista. Una persona que ve siempre las cosas peores de lo que son, que ve resultados terribles a corto, medio y largo plazo, que se queja de todo lo que le rodea. Y aunque lo conozcamos bien, y sepamos que es así, lo que dice, en un momento de malestar como el actual puede generarnos mucho malestar.
En esos casos, será bueno intentar limitar nuestras relaciones con esas personas, o en caso de que no se puedan evitar, intentar que no nos hable de los temas que nos hacen daño, o bien concienciarnos de ignorar su pesimismo.
7. Haz videoconferencias, pero sin desanimarte si los nietos no se quieren poner.
Las tecnologías, como abuelos, pueden ayudarnos a mantener el contacto con los nietos. ya que las videoconferencias, a través de diferentes plataformas, han mejorado mucho en cuestiones de coste y calidad. Hoy en día con una conexión de datos móviles de internet se pueden hacer maravillas y pueden estar al alcance de la mayoría.
Otra cuestión diferente es que los niños, muchas veces, no quieren ponerse en las videoconferencias. Ellos están jugando o están haciendo algo en ese instante y no les apetece hacer algo aburrido como conectarse y hablar con el abuelo. Pero eso no pasa porque no quieran a los abuelos, pasa porque seguramente les parece aburrido.
Durante este periodo han tenido lugar muchas decepciones por estar esperando la videoconferencia con el nieto y que no quiera poner. Eso no quiere decir que no os quiera, quiere decir que no le gusta lo aburrido que es hablarle a una pantalla. Sería muy diferente teneros al lado, tocaros, oíd vuestra voz y en general, interaccionar con vosotros. Los abuelos siempre van a ser los abuelos, pero los nietos prefieren el contacto
Que un niño no quiera hablar por teléfono o ponerse en una videoconferencia, no quiere decir que no os quiera, quiere decir que no le gusta hablar por teléfono o por videoconferencia, en ese momento.
Jordi Martínez, psicólogo
Así, espero que estos consejos ayuden a todos los abuelos y abuelas, y si os encontráis mal, no dudéis en pedir ayuda. Bien sea a un familiar o bien a un profesional que os ayude a salir del bache.
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